La mirada de Jonathan Demme en El silencio de los corderos

Es verdaderamente interesante el tratamiento de la mirada del protagonista que Jonathan Demme hace en algunas de sus películas. Realmente, el director consigue hacer que el público vea la historia a través de los ojos de los personajes. 



En el comienzo de El silencio de los corderos, vemos como se presenta el personaje de Clarice Starling como un pez completamente fuera del agua: es una chica joven y delicada en un mundo de hombres. Hombres que no la ven como una más. 

En esta primera secuencia hemos visto como se nos ha presentado este conflicto que vive el personaje de dos formas diferentes: 

- Punto de vista externo: tratamiento más objetivo y descriptivo en el que vemos como los compañeros de Starling reaccionan ante la presencia de esta. 





- Punto de vista más interno: más subjetivo y centrado en mostrarnos y hacernos sentir cómo se siente el personaje en la conversación con su Crawford, su superior.


Durante esta escena, observamos que el tratamiento de la conversación que se hace no es para nada convencional. La situación reviste una tensión extraña y, como espectadores, podemos sentir la incomodidad que siente el personaje de Starling en todo momento. Tanto Jonathan Demme, como su director de fotografía en esta película, Tak Fojimoto, han sido capaces de hacer visual a través de la cámara esa incomodidad que siente personaje, de manera que el espectador también lo sienta. ¿Pero cómo lo han conseguido?


1. Uso exagerado de primeros planos: el uso de este tipo de encuadre no es extraño en el tratamiento de una conversación que se hace en cualquier película. Especialmente cuando desde la dirección quieren reforzar que la conversación ha alcanzado un punto de tensión fuerte o quieren hacer muy visible al espectador la reacción de los personajes. Sin embargo, la particularidad que ocurre en esta película es que hay momentos en el que el uso del primer plano es casi exclusivo, llegándose a encadenar hasta 15 y 16 consecutivamente. Y esto sí que resulta absolutamente excepcional. 



2. Estos primeros planos son muy cerrados y tienen una profundidad de campo muy muy corta, de forma que toda la fuerza visual recae sobre el rostro y, sobre todo, en la mirada. 



3. Además, fíjate como en todos estos planos, los personajes miran directamente a cámara. Este tipo de encuadre se conoce como plano subjetivo y, como puedes comprobar, es un plano que resulta muy incómodo para el espectador, ya que el personaje de la película parece mirarnos directamente a nosotros. 

Aunque este plano se usa de forma poco frecuente en el cine, en esta película se da en muchísimas ocasiones. Y es que Jonathan Demme se ha valido precisamente de eso, del poder intimidatorio que tiene este tipo de encuadres, para trasladar al espectador de una forma muy vívida cómo se siente el personaje de Starling. 



4. También resultan muy interesantes las sutiles diferencias que se han trabajado en el tratamiento de Starling y el resto de los personajes para hacer sentir a ella siempre como la parte débil de la conversación. 

Por ejemplo, aunque tengamos un primer plano de ella, fijaos que sus ojos están ligeramente desviados, de forma que no mira directamente a cámara y su mirada pierde fuerza. 


Ahora fíjate en cómo la mira el Dr.  Chilton en este plano.


O Crawford en la conversación que tiene con ella en la oficina.


O Hannibal Lecter.



Todos estos personajes la miran/nos miran directamente, por lo que su mirada resulta más intimidante que la de ella. En esta conversación con Hannibal Lecter es muy interesante el plano que viene inmediatamente a continuación. 


Es difícil de percibir en la imagen, pero sus ojos están ligeramente desenfocados, ya que en el propio plano hay un cambio de foco (te resultará mucho más evidente de percibir visionando el plano). De esta forma su mirada pierde nitidez (fuerza) repentinamente. Es interesante compararla con la imagen de Hannibal que está justo encima de esta

Son muchos los recursos usados por Jonathan Demme y el director de fotografía, Tak Fojimoto, para conseguir transmitirnos la mirada de Starling. Unas más evidentes y otras más sutiles, pero todas realmente efectivas. 

Este es el primero de dos episodios que dedicaremos a La mirada de Jontahan Demme. En segunda parte trabajaremos con la película Filadelfia y lo abordaremos desde un punto de vista muy diferente: el del espectador. 


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