El asombroso (y loco) mundo de Gumball

Cada vez que veo El Asombroso mundo de Gumball me pregunto cómo puñetas funciona tan maravillosamente bien esta serie a nivel visual. Si se analizase desde un punto de vista un poco académico, se podría decir que el estilo de esta serie es un despropósito sin sentido ninguno y que nada casa con nada. Por un lado, personajes en 2D, 3D y en stop-motion sobre fondos en imagen real; y por otro, cada personaje es un bicharraco distinto. Mientras Gumball y la madre son gatos, el padre y la hermana son conejos; Darwin, el mejor amigo de Gumball, es un pez con piernas y sus otros compañeros de clase van desde dinosaurios, pasando por fantasmas, globos o un plátano un tanto exhibicionista. Todo vale en este verdadero puré creativo. De hecho, el creador de la serie, Ben Bocquelet, desarrolló el elenco de personajes a partir de diseños descartados de los diferentes trabajos que había ido realizando a lo largo de su carrera. Y ahora resulta que metiendo todos los descartes en una coctelera y agitando con fuerza, sale esta pedazo de serie. 




Cuando uno recibe clases de dirección artística y diseño de personajes y le explican todo el tema del universo de una historia y de que todo tiene que formar parte de ese sistema que hemos creado para que la narrativa resulte verosimil, viendo esto casi dan ganas de reirse. Porque esta gente ha conseguido que el sistema de la serie sea la ausencia total de sistema. Da absolutamente igual los personajes que metas en esta serie porque todo funciona. De hecho he estado jugando un rato con una aplicación que tienen en la web de la serie para que tú mismo puedas crear tu propio personaje y me han salido de primeras estas criaturillas a las que he llamado Leslie Estupenda y Sir Pan. Si clickais sobre la imagen podréis acceder al creador de personajes, por si queréis jugar vostotros también un rato si vuestro jefe se despista en algún momento.





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