La sorpresa como detonante de la comedia

La sorpresa es un elemento interesante en todos los generos narrativos. Es especialmente común en el terror, donde el factor sorpresa es fundamental para provocar el efecto deseado y levantar a la gente de sus asientos con un buen susto.  De pequeño lo gozaba pegando botes con las películas de Freddy Krueger. Esta escena de Pesadilla en Elm Street concretamente me parece una pasada. Hoy en día ya se ve de todo, pero recuerdo que realmente hace años me producía autenticas pesadillas.



Dentro del genero del terror y suspense son infinitos los ejemplos. Y algunos son realmente inolvidables ¿Quién no recuerda la escena del Chestburster (quebrantapechos) en Alien? ¿O el final de Psicosis? Es muy común asociar la sorpresa a estos géneros, sin embargo, hoy me gustaría hablar del factor sorpresa en el contexto de la comedia, que no es tan habitual, pero que cuando está bien trabajado es algo maravilloso.

El estudio londinense Birdbox, por el que tengo absoluta devoción, recurre muchísimo en sus trabajos a la sorpresa. Son piezas muy muy sencillas, con una puesta en escena super trabajada y que funcionan de dulce. Carwash es un trabajo que hicieron para la BBC y es de las cosas más maravillosas que he visto.



La puesta en escena es brutal. Se entiende todo desde el segundo cero. Un tipo lavando el coche y en primer término tres pájaros que entran en la escena y esperan a que termine para joderle vivo. Ya sabemos lo que va a pasar. Sabemos que los pájaros están conspirando para cagarle el coche recien lavado. Siempre pasa, nos ha pasado a todos. ¡Y es divertido ver a los tres cabroncetes planificando cómo hacerlo! Sin embargo, el giro final cuando le roban el coche... para mí no tiene precio. Me parece algo impresionante.

En la pieza han jugado con el factor sorpresa retorciendo una de las claves de la comedia, que es anticipar el chiste, y que pioneros como Chaplin , Buster Keaton o Lawrence y Hardy han trabajado tanto.



Si un personaje se va a resbalar con una cáscara de plátano, puedes hacerlo de dos formas:

1. Que el personaje se resbale directamente, por lo cual el espectador se ríe una vez por la sorpresa.

2. Antes de que el personaje resbale anticipar el porretazo, ya sea como en el ejemplo de Chaplin porque el personaje tire la cáscara de plátano al suelo, o como en el de Lawrence y Hardy que se anticipa por montaje con un plano detalle. De esta forma el chiste se alarga, ya que desde el momento en que vemos el plátano en el suelo nuestra cabeza asocia la cascara con porretazo mortal inminente. Y como somos como somos, pues te ríes una primera vez. Y finalmente cuando se confirma el leñazo, te ríes una segunda. Precisamente la clave en este caso es evitar el factor sorpresa para alargar la situación cómica.

Sin embargo en  Carwash, de primeras tienes esa primera situación cómica contenida de que sabes lo que los pájaros van a cagarle el coche al amigo, que ya de por sí es graciosa, y después el giro sorpresa cuando en realidad no querían mancharle el coche sino robárselo. Genial.

Y una gran parte de la fuerza del chiste, no es que le roben el coche. Es cómo se lo roban. ¡Es absolutamente macarra! :D Realmente puedes sentir cómo son los personajes. Y simplemente por el timing de la animación, que es increible. Dos tiempos muy diferenciados, que comienza con los pájaros volando hacia el coche como pájaros que son; y de repente entran en plano de forma completamente explosiva y arramplan con el coche. ¡De nuevo el factor sorpresa! Los pájaros dejan de ser pájaros y se convierte en auténticos pandilleros del Bronx. Y simplemente por el timing de animación.














Carwash es un estupendo ejemplo de la sorpresa en la comedia, pero no es el único. Birdbox trabaja con esto muchísimo, y lo hacen genial. Otro ejemplo es Duel.



Este corto también es realmente maravilloso. La situación empieza con dos personajes que se van a batir en duelo, y con uno, el de la derecha, que parece no muy espabilado. El duelo se presenta a primera vista bastante desequilibrado y lo que tendemos a pensar tratándose de una pieza cómica es que el tontico se acabará sobreponiendo al chulo de la izquierda. Es lo que suele ocurrir. Pero no anticipemos acontecimientos y veamos qué sucede. El que se encuentra en situación aparente de superioridad, el de la derecha, dispara primero. Hasta aquí todo normal y previsible. Ahora esperaríamos la sorpresa de que algo le pase para que finalmente el de la derecha gane y se cumplan nuestras expectivas. ¡Y entonces es cuando empieza la sorpresa! Y digo empieza porque a diferencia de Carwash, que es un sólo un gag, aquí se alarga la cosa. Primero matan a sus acompañantes, más o menos normal si tenemos en cuenta que están en la trayectoria de los disparos. En cualquier caso, ha sido una sorpresa y es divertido. Pero después empieza el despiporre, en la que empiezan a matar a  de todo: pájaros, una vaca, un piano, un trozo de casa. Los personajes se van acercando paulatinamente hasta que están en disposición de dispararse a bocajarro y es ahí cuando ya no les quedan balas. Un despropisito absoluto. Un desproposito que a mí me resultó desternillante, la verdad.

Nuevamente el timing de la animación fundamental para el factor sorpresa. Tras el primer disparo y hasta que los acompañantes caen, pasa como un segundito que es para quitarse el sombrero. Un segundito en que tú cabeza está pensando ¿qué va a pasar, qué va a pasar?! Y entonces se desploman a plomo. Con cada disparo caen dos objetos (uno por pistolero) con un pequeño desfase entre ambos para poder leer bien el plano, que es importante, ya que la mayoría de las cosas son un tanto surrealista e inesperadas. Necesitas ese tiempo para reirte y no perderte nada.

La siguiente pieza que os comparto se llama Mower, también de Birdbox.



Esta trabajo lo he escogido precisamente porque no me ha gustado. ¡Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir! No ha habido sorpresa, y eso la hace insulsa. Un tipo que está cortado el cesped, se encuentra un saco lleno de dinero, y tiene el cortacesped delante... Blanco y en botella. Y finalmente ocurre lo esperado. No es divertido.

Os he compartido tan sólo un par de cortos de Birdbox pero hay muchísimos más y casi todos maravillosos, así que os recomiendo que os metáis en su web o en su canal de Youtube y veáis sus trabajos, porque os vais a echar unas risas. Son cojonudos.

En la película Frankeweenie de Tim Burton es realmente divertida la escena del personaje Colossus. Si no habéis visto la película, tal vez sea mejor que os saltéis este video para no fastidiaros del desenlace de la escena. Si decidís seguir adelante, os contextualizo la situación para que sepáis de dónde venimos. Los villanos de la historia están devolviendo a la vida todo tipo de mascotas y mostruos horribles, cada cual más peligroso. Esta secuencia en la escalada del terror en la que se está viendo sumida la ciudad tiene su remate final con esta escena, en la que van a resucitar al temible Colossus.



El mega mausoleo, la atmósfera aterradora, la tensión creciente va cocinando la escena a fuego lento hasta desembocar en una resolución tan ridícula que resulta divertida.

La presentación de Dug, el perro en la peli Up, es otro ejemplo de sorpresa en pro del humor. Lo mismo que te comentaba en el ejemplo anterior, que si no has visto la peli, el siguiente video te fastidiará el chiste para cuando la veas, así que bajo tu responsabilidad ;)



Inolvidable la escena en la primera entrega de Indiana Jones cuando lucha con el tío del sable. Toda la parafernalia que hace el adversario y el corro de gente mirando genera una expectación que  presagia una lucha titánica entre ambos.



Finalmente no es así :) La cultura cinematográfica suele jugar con una serie fórumulas y de arquetipos que se repiten película tras película. Romper con éstos es una buena forma de soprender. Y si es con humor, mejor que mejor.

Para acabar os voy os comparto el corto At the end of the earth, de Kostantin Bronzit, uno corto que es genial y que basa gran parte de su humor en el factor sopresa. Que lo disfrutéis.



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