Is the man who is tall happy? Una conversación animada con Noam Chomsky

La primera vez que oí hablar de Noam Chomsky estudiaba periodismo. Era en plena guerra de Irak y ni el gobierno de nuestro país, con Aznar como presidente, ni el estadounidense gozaban de una buena reputación entre los pasillos de mi facultad. En una de éstas, cayó en mis manos una revista realizada por algún colectivo de estudiantes que recopilaba diferentes artículos críticos con el sistema en general, y la guerra de Irak en particular. Uno de estos artículos lo escribía Noam Chomsky. El artículo me resultó de tanta lucidez que empecé a leer libros como El nuevo orden mundial (y el viejo), Poder y terror: Reflexiones posteriores al 11/09/2001 o Cómo nos venden la moto. En aquellos momentos el mensaje crítico de Chomsky me entraba mejor que un helado de chocolate. Y los que me conocen ya saben que eso es mucho decir.



Con el tiempo me vine a Barcelona, comencé a estudiar animación y Chomsky quedó un poco atrás. La vida siguió y cuando parecía que el alejarme del periodismo condenaba a Chomsky a un segundo plano dentro de mi orden de prioridades, volvió a aparecer. Y de que manera. Esto fue hace unos tres años aproximadamente, cuando estuve estudiando y trabajando como profesor de español.



Aquí me encontré con la sorpresa de que Noam Chomsky es uno de los padres de la lingüística moderna. Si en periodismo era una figura presente y de cierta trascendencia, en lingüística Chomsky era LA figura. Con su gramática generativa cambió el panorama de investigación en el estudio del lenguaje.  Revisar la bibliografía de Chomsky es una auténtica locura. Una infinidad de libros políticos, filosóficos, sintácticos, lingüísticos, que lo convierten en uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo.



Y ahora que hago este blog de cine y animación, en el que ni se me pasó por la cabeza que algún día tuviese la oportunidad de escribir de él, por lo distinto del contexto, ¡y aquí estás! Gracias a Michel Gondry y a su extrafalaria idea de ilustrar una entrevista que realizó a Chomsky en varias sesiones durante 2013. La peli se llama como el título del post, Is the man who is tall happy? Una conversación animada con Noam Chomsky



La verdad es que es un experimento tan curioso como extraño en el que escuchamos la conversación entre Gondry y Chomsky mientras vemos diferentes animaciones que ilustran la conversación. En algunos momentos durante el visionado predomina la imagen y en otros el diálogo, según los derroteros por los que vaya en cada momento la entrevista, que no siempre es fácil de seguir. Especialmente si hay que estar un poco pendiente de los subtítulos, como es mi caso.

La película comienza con una presentación en la que Gondry avisa al espectador lo que se va a encontrar y se cura en salud por lo subjetivo que pudiese resultar su interpretación de las palabras de Chomsky. Igual más que protegerse del espectador lo haga para cubrirse del propio Chomsky, que uno no se entrevista con un experto en lenguaje todos los días.

"El cine y el vídeo son por naturaleza manipulativos. El editor o el director plantean un montaje de los elementos seleccionados que tienen en mente. En otras palabras, el contexto se vuelve más importante que el contenido. Como resultado, la voz que parece provenir del sujeto en realidad viene del realizador de la película. Por eso este proceso me parece manipulativo... "


Tras la breve presentación comienza la chicha. En general la entrevista resulta un poco dispersa, comprensible por otro lado, si tenemos en cuenta que Gondry la dirige (con lo que es Gondry :) y Chomsky, personal pluridisciplinar donde las haya, era el encargado del palique. Se tratan temas de todo tipo, desde el primer recuerdo de Chomsky cuando sólo tenía unos 18 meses de edad (que ya es memoria), hasta un poco de su vida en soledad tras la muerte de su mujer, la llegada de la ciencia moderna con Galileo y Newton, los inicios del lenguaje, etc, etc, etc.  
 
La animación de Gondry pretende ser sencilla y acompañar la historia, a veces de una forma más abstracta y otra más figurativa. El tipo de ilustración es bastante infantil y algunas piezas resultan bastante bonitas. Sin embargo, el experimento no me ha terminado de convencer. No creo que sea una película especialmente interesante ni por la animación, ni por el contenido de la entrevista. Y si me apuras, tampoco la propuesta de hacer una entrevista ilustrada me ha parecido realmente efectivo. La animación de Gondry llena la práctica totalidad de la entrevista, a excepción de un minuto aproximadamente al final de la conversación, y a veces me ha resultado demasiado denso. Por momentos compite con la conversación y en otros momentos echas en falta ver el rostro de la persona que está hablando. Incluso llegué a sentir esa sensación de que estás escuchando una película y que no se ve la imagen, o que te salta el salvapantallas... un poco extraño.

 En definitiva, que como experimento me ha parecido curioso y que todo lo que hace Gondry cumple unos mínimos, pero tampoco me pondría a pensar en hacer una segunda parte de la peli. 

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