Entrevista sobre el panorama de la animación nacional para Vis-à-Vis

Os comparto una entrevista que me hicieron para la revista Vis-à-Vis coincidiendo con una exposición que di en el festival MECAL. 




- ¿Por qué hay en estos momentos más producciones de cine de animación en España que antes?

Bueno, en España nunca ha existido una gran tradición de cine de animación. Sí que a nivel de series en los 80 y principios de los 90 con estudios como D´ocon y BRB se producían bastantes minutos de animación, pero eran para televisión y no cine. De hecho, no recuerdo ninguna película de animación tradicional que viese de pequeño, excepto El armario del tiempo, de Mortadelo y Filemón y que por supuesto era una tv movie.
Supongo que la irrupción del 3D en la animación cambió un poco la tendencia y supuso una oportunidad para engancharse a la industria; e imagino que la inversión pública en cine de animación ha sido grande.


- ¿A qué se debe el éxito de las películas de animación entre el público español?

Como no me especifica si películas de animación españolas o en general, hablaré en general. Pues el éxito de las películas de animación entre el público español (como en el resto del mundo) se debe a que hay películas realmente muy buenas, como Ratatoille, Los increíbles, Cómo entrenar tu dragón, Srhek, Toy Story, Mary & Max, Bienvenidos a Bellevile o Wallace and Gromit.  Cada año, con la excepción de éste tal vez, sale una película de animación como una de las mejores del año. Y aunque este año no ha habido una super película en mi opinión, sí que me he divertido con ParaNorman, Piratas o Frankewinie. En general el cine de animación con la irrupción de Pixar hace ya años cambió el target estrictamente infantil por un el público más heterogéneo, lo que le ha venido estupendamente a nivel comercial y de reconocimiento por parte de la crítica. En otros países como Japón esto ya pasaba desde hace tiempo, pero para nosotros fue algo más o menos novedoso.


- Se prevé que la animación española genere 21.000 puestos de trabajo en 2017, ¿el estado de la industria del cine español va a depender cada vez más del cine de animación? 

¡Pues ojalá! Y he leído en casi todos los diarios (El Mundo, El País, La vanguarda, 20 minutos)  reportajes casi idénticos que hablan de una supuesta edad de oro de la animación española. Todo esto coincide con la publicación del Libro Blanco de la Animación, pero me parece una información muy interesada y bastante alejada de la realidad. Entiendo que es una campaña para fomentar la inversión privada y ojalá resulte, pero yo no lo veo demasiado claro. Especialmente con los recortes que habrá en las partidas destinadas a la cultura en los próximos años. La animación en España vive de subvenciones fundamentalmente, y si éstas bajan, los años próximos serán bastante duros para el sector.

Yo puedo hablar de la realidad que conozco, que es la de Barcelona. En los últimos años se han visto el cierre de empresas emblemáticas de la animación española, como D´ocon y Cromosoma. Ésta última hay que recordar que fue una de las coproductoras de la película Arrugas, de la que se ha hablado mucho últimamente para encumbrar nuestro cine de animación. Y estas empresas ni mucho menos son las únicas. La gran mayoría del empresariado de animación para televisión las están pasando canutas, y el número de películas que se hace en España no es ni mucho menos suficiente para absorber todos los profesionales que hay.
Francamente, entre mis compañeros del sector, el aire es de preocupación y no de estar viviendo esta supuesta edad de oro que nos están contando. Por este motivo me ha sorprendido mucho toda esta campaña de ensalzamiento de nuestra animación. 

- ¿Por qué prácticamente se ha abandonado la animación en dos dimensiones? ¿El sistema de gafas 3D puede haber ayudado a ese abandono? 

En lo que respecta al estilo visual, pues es el 3D es el que está de moda en la actualidad. No es ni mejor ni peor que la animación tradicional, es simplemente el tirón comercial de estos momentos. En unos años tal vez la cosa se revierta y un estilo más plano o tradicional pueda volver a marcar tendencia. De hecho, lo hemos visto con el corto Paperman recientemente. Aunque está realizado en 3D, el estilo visual simula el de la animación tradicional de una forma brillante; y por supuesto ha sido muy aclamado.
Lo que sí veo mucho más complicado es la vuelta de la animación tradicional como producción. Es decir, el dibujar cuadro a cuadro una serie o una película.  Ahora que vemos que la animación por ordenador está siendo capaz de simular con bastante tino el estilo visual 2D, entiendo que la mayoría de las producciones que vayan en esta dirección usarán un modelo productivo de este tipo.

En cualquier caso quedan muchos años aún de animación tradicional pura y dura. Ahí está Sylvain Chomet con su Bienvenidos a Bellevile o El Ilusionista; Bill Plympton con una producción ingente de material cada año, etc, etc.


El tema de las gafas no me parece que tenga ninguna relevancia. Desde que apareció Toy Story la revolución del 3D fue absoluta, bastante antes de que la estereoscopía se pusiese de moda. Todo el tema este de las gafas me parece que funciona bastante mal y que resulta para la mayoría de los espectadores algo molesto, además de encarecer enormemente la entrada del cine. Creo que no durará mucho.


- ¿Es más complicado conseguir financiación para una película de animación que para otro tipo de cine? 

Pues el cine de animación de un nivel aceptable ya supone un  presupuesto muy elevado. Mientras que por dos millones de euros, o incluso menos puedes llevar a cabo un a película de acción real con bastante dignidad, una película de animación para que resulte mínimamente competitiva tiene que rondar los 10 millones de euros, como fue el caso de Tadeo Jones. El cine de acción real, si la trama no lo exige, no requiere de una gran inversión técnica, sobre todo con la emergencia de los formatos digitales. En animación, por contra,  para que visualmente sea interesante exige un desarrollo técnico importante. En este sentido, sí que  tienen un déficit con respecto al cine de acción real.


- Hay numerosos artistas españoles trabajando en animación en EEUU desde hace muchos años, ¿por qué ha pasado tanto tiempo en ser reconocido el cine de animación nacional? 

Mmm, bueno, creo que si el público no ha respondido en taquilla con películas como  El bosque animado, Don Quixote o Pérez es porque no eran buenas películas. A la que se han estrenado películas con un poco más de nivel, aunque no sean la panacea, como  Planet 51  o Tadeo Jones, pues el público ha respondido mejor. Y cuando haya una super película de animación española, pues el publico inundará la taquilla. Como ocurre con el cine de acción real, que cuando hay un gran película , como Lo imposible este año, o algunas de Alejandro Amenábar en años anteriores, pues la taquilla ha respondido. No hay que buscar fantasmas, el público va al cine si el producto lo merece.



- ¿En qué medida ha afectado al éxito de animación haberse separado de un público infantil para ir dirigido a un grupo más heterogéneo? 

Creo que más o menos he contestado esto anteriormente. Pues ha afectado de forma decisiva grenerando un producto con un target muchísimo más amplio y universalizando el cine de animación. No sólo desde el punto de vista de la taquilla, sino también del reconocimiento a nivel de festivales y premios. Cada año hay una película de animación que suena que podría aspirar al oscar a la mejor  película del año.  Películas como Shrek o Los increíbles han contribuído de forma decisiva a este fenómeno.


- ¿Qué crees que es lo más interesante y qué lo peor que está ocurriendo al panorama nacional de la animación en estos últimos años? 

Pues yo creo que lo mejor del año ha sido el éxito de Tadeo. Indeprendientemente de que la película guste más o menos, es indudable que ha resultado un éxito rotundo y que sobrepasado con creces la inversión que se hizo. A diferencia de Planet 51, donde se autoimpusieron una enorme presión y responsabilidad al hablar del Pixar europeo, Tadeo partió desde la humildad y siendo la producción que es. En España no se puede competir con Estados Unidos porque no hay ni los medios que hay allí, ni los presupuestos que allí manejan ni tampoco la tradición y el talento. Hay que reconocerlo así. No conozco casos de maravillosas películas de animación en  España que hayan fracasado en taquilla. En España han fracasado malas películas. Pero es lo que comento, no hay tantos años de tradición como hay en Estados Unidos y no hay que exigir ese tipo de super producciones. Tenemos que buscar realizar buenas películas españolas, no buenas películas americanas (como intentó Planet 51). ¿Para qué tratar de copiar algo que ya funciona? Eso nos condena a estar siempre por detrás, ya que rara vez la copia supera al original. ¿Por qué hablar de los americanos en una película española? Es muy fácil caer en estereotipos cuando se habla de una cultura ajena, y además ¿por qué? Busquemos una identidad propia y tratemos de situar nuestra industria al nivel que puede estar: a la vanguardia del cine europeo. Japón y Estados Unidos son otras ligas.

En definitva, lo mejor creo que es el éxito de Tadeo Jones al marcarnos el camino y lo peor la tendencia a fijarse en el cine americano, y especilamente en Pixar.


- ¿Qué futuro crees que le espera a la animación española? 

Pues espero que muy bueno, por mi bien jeje Pues los próximos años, como comenté antes, no tienen pinta ser muy prósperos, pero espero que la inversión privada pueda dar un paso al frente y que encontremos por ahí un filón. También el desarrollo de nuevas formas de financiación como crowdfunding y demás me parece que jugarán un papel fundamental en el futuro. De hecho, tengo en mente un largometraje de cine negro de animación, y que espero financiar en una pequeña medida a través de estos medios.


- ¿Crees que gran parte de la animación española que triunfa comercialmente en España imita las claves de animación estadounidense? 

Todo lo contrario. Como comenté un poco más arriba, cuando se imita algo lo normal es que no se alcance el nivel del original. Por qué imitar un tipo de cine que cuenta con más medios y que definitivamente juega en otra liga a todos los niveles. Por qué no buscar un nicho de mercado que aunque sea más pequeño, pueda resultar rentable y permita consolidar una industria de animación en nuestro país y en Europa.
En España falta general una infraestructura de animación a todos los niveles y empezando por consolidar un par de escuelas de referencia, como es el caso de Gobelins y Supinfocon en Francia. No digamos ya Gran Bretaña, Canadá o Estados Unidos. Es a partir de aquí que se puede construir un estilo y una industria formada con profesionales de nivel, tanto desde el punto de vista técnico como desde el punto de vista narrativo. Una vez que hayamos plantado semillas, podremos esperar recoger la cosecha. Mientras tanto, seguiremos disfrutando de éxitos esporádicos.

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